El síntoma fatal

Hace poco se me ocurrió la brillante idea de preguntarle a Rhyssa que le parecía mi idea de comenzar a escribir ensayos para el foro.
Si estoy escribiendo esto, se entiende que a ella le gustó mi plan "MAQUIAVÉLICO"

Empecé con la labor. Busqué información sobre escritoras. Jane Austen y las hermanas Bronte hicieron click en mi mente de inmediato.
Después me puse en mi elemento, cuál pirata literaria (no se asusten en Alfaguara, no hablo de piratear libros, pueden respirar)

Nótese que el "pirata literaria" tiene otro sentido

Verán, de niña quería ser pirata. Encontrar tesoros navegando los siete mares. Crecí y vi lo que significa serlo. Y ahí pensé: "¿Qué mierda hacía de niña? ¬¬ ¿Es que no veía televisión?"
No, estaba leyendo, ¡que olvidadiza soy!

Santos demonios, ¡qué ingenua era!

Siguiendo con lo anterior y dejando las divagaciones. Pirata literaria es sólo una forma de decir que yo estaba recolectando información sobre joyas literarias escritas por mujeres.

Y no se sientan excluídos, chicos, pero ya saben que la profundidad es lo mío.

Estaba tan feliz. Había encontrado la frase perfecta para empezar. Hasta que anoche (el viernes en la noche) mi "amigo" el troyano, entró en mi pc y tuve que formatear (Si, ¿es que no puedo guardar mi información en un mp4? ¬¬)

Lloré un río (no cómo en la canción de MANA, sólo los hombres pueden llorar tanto) y me maldije en silencio cómo una mártir

Ay, Jane Au, tenía tantos elogios para ti

*suspiro*

La lavadora está sonando en ciclo de enjuague y yo me he sentado en la cocina (no sobre ella) a preparar mis palabras que, al final, resultaron ser, ni más ni menos que, un montón de enredos (algo típico en mí)

Ayer tuve prueba de ética. Algo fácil y que me sabía de memoria (no alardeo, pero soy una ratona de biblioteca, ¿qué esperan?)
Una compañera entró con un libro, algo del Dr House, según mi vista logró detectar en esos pocos segundos en que dirigí mi aburrida mirada hacia la puerta.

Es raro. Algunas mujeres tienen que hacerse pasar por intelectuales para atraer a los hombres (el profesor, más encima). Llevan el libro de carnada, pero sin la caña de pescar, (aunque en mi mente la imaginé con ella incluida). El sujeto en cuestión inicia un diálogo, mientras la señorita seductora baja la vista fingiendo: "Oops, que verguenza".
Después, él se aleja y ella sonríe con los ojos. ¿Misión cumplida, habrá pensado?

¿Y qué pasa después? La super lista saca un acordeón (conocido acá como torpedo) y usando el libro, copia de lo lindo.
¡Hay que ver!

Así fue cómo la chica filósofa que hay en mí renació cuál fénix (no por lo anterior, claro)

Al final, me encontré con la joya literaria de Simone Beauvoir.

Acá estoy, mi gato se ha sentado en mis piernas, mi hermana espera que le grabe una canción en su celular o móvil, cómo prefieran.


¿Debo seguir con los ensayos?
Sólo ustedes pueden juzgar eso.

Nos vemos, si es que hay una próxima vez.

Con pereza, Payne